La hija del fenecido actor Paul Walker, Meadow Walker, demandó a la empresa automotriz Porsche por la “muerte injusta” del actor el 30 de noviembre de 2013.
Según el portal de entretenimiento TMZ, los abogados de la adolescente alegan que cuando el auto Porsche Carrera GT que manejaba Walker se estrelló, el cinturón de seguridad “empujó su torso hacia atrás con tanta fuerza que quebró sus costillas y pelvis” manteniéndolo atrapado en el asiento del pasajero.
La demanda expone que el auto tardó en incendiarse un minuto con 20 segundos tras el impacto, pero, pese a que Paul aún estaba con vida, quedó inmovilizado.
Además, alega que “Paul Walker inhaló hollín mientras se quemaba el vehículo”.
Originalmente las autoridades informaron que el choque que cobró la vida de la estrella de Hollywood y su amigo Roger Rodas fue a causa de un descontrol por manejar a una velocidad de 80 a 93 mph, pero el documento presentado por los abogados de la joven indica que Rodas solo manejaba entre 63 y 71 mph cuando perdió el control y que el auto no se hubiese deslizado si tuviera un sistema de estabilización propio.
Los abogados alegan que Porsche sabía que el Carrera GT tenía historial de “problemas de estabilidad y control” y que el desperfecto pudo haber sido corregido con un Sistema de Manejo de Estabilidad de Porsche (PSM por sus siglas en inglés) como en otros modelos estándar de la marca automotriz.
La demanda plantea otros problemas con el coche, incluyendo reclamos de que hubo refuerzos deficientes en las puertas laterales y que las líneas de combustible no protegieron adecuadamente el carro para que no estallara.
El abogado de Meadow, Jeff Milam, le dijo a TMZ que «la conclusión es que el Porsche Carrera GT es un coche peligroso. No pertenece en la calle. Y no deberíamos estar sin Paul Walker o su amigo, Roger Rodas.» La demanda por muerte injusta no establece una cifra.