La cantante Rihanna se encuentra de visita en Cuba para lo que parece ser la grabación de un video musical en varias localidades de La Habana, por lo que está rodeada de un fuerte dispositivo de seguridad encargado de proteger a la diva de los fotógrafos y los fans que la mantienen rodeada
La interprete se ha movilizado entre una casa del barrio El Vedado y el edificio donde se encuentra el conocido restaurante La Guarida, uno de los primeros que se abrieron en la capital cubana.
Rihanna se cambió en varias ocasiones de vestuario para una sesión de fotos y se trasladó, junto con varios equipos de video, de un lado a otro en los automóviles clásicos estadounidenses de los años cuarenta y cincuenta que todavía circulan por La Habana.
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El numeroso equipo de seguridad que la acompaña, compuesto tanto por cubanos como por integrantes de su séquito personal, se mostró muy tenso y agresivo con los fotógrafos y cámaras de televisión que querían captar las inéditas imágenes de la popular cantante en la isla.
La diva del pop llegó ayer a la isla procedente de Estados Unidos en un vuelo privado y tras aterrizar en el país caribeño apareció sin previo en el restaurante privado La Fontana, según explicó el dueño del establecimiento, Ernesto Blanco.
“Vino directo desde el aeropuerto porque quería comer comida cubana”, dijo Blanco, quien consiguió tomarse una foto junto a Rihanna, que se ha dispersado como la pólvora por las redes sociales.
De acuerdo con Blanco, Rihanna pasó unas dos horas en el establecimiento junto a tres acompañantes, en lo que parece ser una visita familiar o entre amigos, y estuvo custodiada por un “fuerte equipo de seguridad”.
“Pidió dos platos de comida, un daiquiri, estaba muy interesada en la gastronomía cubana”, comentó el propietario, y detalló que el menú incluyó frijoles negros, chorizos parrilleros y costilla de cerdo.
La intérprete de Diamonds y Stay fue reconocida por los clientes de la casa, entre los que encontraban varios estadounidenses, pero según Blanco el personal de La Fontana cuidó mucho de que no fuera “molestada”.
Asimismo relató que disfrutó clásicos de la música cubana, como La Guantanamera, y bailó al son de una agrupación del restaurante, que también fue visitado en 2013 por la cantante estadounidense Beyoncé y su marido, el rapero y productor Jay-Z.
